lunes, 6 de abril de 2009

Cada vez que amanece es un viernes


 

Mate - Cada vez que amanece

 

Tienes razón,
tienes caballos de mártires,
besos ocultos y tu soledad,
que se escribe en silencio,
es mi soledad.

 

Y tienes, amor,
la ropa naranja,
la boca pequeña,
los ojos dorados que saben mirar
donde hay que mirar.

 

Cada vez que amanece es un viernes,
la calle despierta entre rumores,
coches y farolas.
Yo te escucho en silencio
y te toco la boca.

 

Y tienes razón
con lo de ir despeinada,
te miro, te busco,
me asomo y me queman las manos,
me queman las manos.

 

Y tienes, amor,
los planes perfectos,
aire despistado
y un trozo de cielo escondido
en el cuenco de tu corazón.

 

No me importan los días inciertos;
en el horizonte dibujas estrellas,
manzanas y notas.
Por la puerta entreabierta
me invitas a entrar...

 

Cada vez que amanece es un viernes,
la calle despierta entre rumores,
coches y farolas.
Yo te escucho en silencio
y te toco la boca.

 

No me importan los días inciertos;
en el horizonte dibujas estrellas,
manzanas y notas.
Por la puerta entreabierta
me invitas a entrar...

 

Cada vez que amanece es un viernes,
la calle despierta entre rumores,
coches y farolas.
Yo te escucho en silencio
y te toco la boca.

Cada vez que amanece...

 

 




 


 





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